Nombre
Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad
Emblema
El anagrama de la hermandad está compuesto por una corona de espinas con los tres clavos inscritos,
todo ello en blanco sobre fondo negro.
Hábito
Los cofrades visten túnica, capa, capirote, cíngulo, zapatos, calcetines y guantes negros. El capirote tiene bordado el anagrama de la Hermandad a la altura del pecho.
Historia
La Hermandad se fundó el 22 de mayo de 1645 por el gremio de zapateros de Salamanca con fines benéficos, fundamentalmente la asistencia a los condenados a muerte, en la antigua iglesia de San Román.
En 1829 absorbió a la Cofradía de San Crispín y San Crispiniano y en 1845 a la de la Virgen de la Victoria, debido a la mala situación de las citadas cofradías.
A finales del s. XIX, concretamente en 1890, la cofradía comenzó a tomar un carácter penitencial del que había carecido hasta el momento, desfilando en Semana Santa. La hermandad se integró en la Procesión del Santo entierro organizada por la Cofradía de la Vera Cruz.
En 1904 la Hermandad se trasladó de manera provisional a la iglesia del Convento de San Esteban convirtiéndose en una cofradía estrictamente penitencial. Un año más tarde organizó su propia procesión, siendo la primera cofradía que desfiló de forma independiente, ya que hasta entonces la Vera Cruz tenía el privilegio de organizar todos los desfiles que se realizasen en la ciudad durante la Semana Santa.
En 1909 trasladó su sede en la iglesia de San Benito. En 1922 hubo un nuevo traslado, fijando su sede canónica en la Catedral Nueva, ocupando en un principio la capilla de Ntra. Sra. de la Cabeza y desde 1934 la de Ntra. Sra. de la Luz, actualmente conocida como capilla de Ntra. Sra. de la Soledad.
En 1940 se encargó a Mariano Benlliure una nueva imagen de la Virgen que fue bendecida el Domingo de Ramos de 1941. La dureza de los rasgos de la talla no gustó a los cofrades, por lo que la imagen fue devuelta a su autor en 1943 para modificarla. La nueva imagen gustó tanto a los cofrades que el autor fue nombrado hermano honorífico.
En 1944 la cofradía pretendió incorporar a su desfile la imagen de la Piedad de Luis Salvador Carmona que también se venera en la Catedral Nueva. El obispo Francisco Barbado Viejo denegó su solicitud cediendo la imagen para su procesión a la recién creada Hermandad Dominicana.
El suceso más triste en la historia de la Hermandad se produjo en la madrugada del 30 de marzo de 1985, cuando unos desconocidos entraron en la Catedral robando todo el ajuar de la imagen, incluida la corona que realizará el taller de joyería Cordón en los años 30 del s. XX. A partir de este hecho se incrementó el número de altas de hermanos, a modo de acto de desagravio, y se recibieron numerosas donaciones con las que recomponer el ajuar de la Virgen, si bien no se pudieron recuperar las joyas originales. Es digno de destacar el valor artístico de la corona perdida, que no ha sido recuperado en la réplica actual.
El 15 de junio de 1991 la Hermandad conmemoró el cincuentenario de la imagen con una ofrenda floral a la Virgen, colocada en su paso, ante la Puerta de Ramos de la Catedral Nueva. La aparición de la lluvia obligó a celebrar la eucaristía posterior en el interior del templo, si bien a su término la imagen pudo salir en procesión extraordinaria por las calles del barrio antiguo de la ciudad.
Debido al elevado número de cofrades que participaban en el desfile acompañando a un solo paso en 1997 se incorporó un segundo paso de carácter alegórico llamado «Soledad de la Cruz» y realizado por Vicente Cid.
En octubre de 2005 la Hermandad organizó el XXXII Encuentro Nacional de Hermandades de Ntra. Sra. de la Soledad.
A finales de 2008 surgió la propuesta de alargar el recorrido de la procesión, pasando a recorrer más de 7 kilómetros y llevando a Nuestra Señora de la Soledad por los puentes de la ciudad. Este proyecto no se desarrolló sin embargo durante la Semana Santa de 2009.
Pasos procesionales
Soledad de la Cruz
Sin pretender restar protagonismo a la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, la Hermandad decidió en 1993 realizar un paso que contribuyese a enriquecer el desfile procesional. La realización de este nuevo paso, denominado «La Soledad de la Cruz», es encargado a los escultores Tomás Monzón de Arriba y Vicente Cid Pérez, quienes inician sus trabajos a finales del año 1996 con el fin de que esté listo en la Semana Santa de 1997.La presentación y bendición de «La Soledad de la Cruz» tuvo lugar en la S.I.B. Catedral Nueva el 24 de Marzo de 1997. El paso representa a la cruz sostenida por cuatro angelitos y otro detrás derramando sus lágrimas. Los angelitos están realizados en pino-cedro de Canarias, policromados a la antigua usanza en óleo, tersado y pátinas. La Cruz, situada en posición ascendente, está realizada en palosanto de Jacarandá y lleva remates y cantoneras en oro de ley.Es portado a hombros por jóvenes de la Hermandad, en andas talladas y plata fina.
Ntra. Sra. de la Soledad
Superados los años de la Guerra Civil española, se encarga al excelente escultor valenciano, Don Mariano Benlliure Gil (1862-1947), la realización de la imagen, la cual es entregada a principios del año 1941, siendo bendecida solemnemente el Domingo de Ramos por el Obispo Don Enrique Pla y Deniel.
A finales de 1943 es llevada a Madrid para que sea perfeccionada por el prestigioso escultor. En 1960 se adornó el rostro de la Virgen, colocándosele unas lágrimas de brillantes.
El resultado es una hermosa imagen de María en su soledad, que refleja en su rostro la pérdida de su Hijo. Hoy día es una de las más veneradas en Salamanca, tal y como lo demuestra el intenso y devoto culto que recibe a lo largo de todo el año y muy especialmente cada Viernes Santo en la «Corona Dolorosa» (solemne acto religioso) y en la posterior procesión en la que recorre las calles de nuestra ciudad bajo palio, luciendo su impresionante manto negro bordado en plata, sobre riquísimas andas y acompañada por los más de 2.700 hermanos que integran la Hermandad y de miles de salmantinos devotos que forman en la procesión larguísimas filas alumbrando.
Momentos más significativos de la procesión
Esta procesión, es una de las más seguidas por los salmantinos y está llena de actos muy emotivos:
- La salida de la Catedral del paso de la Soledad, en medio de una lluvia de pétalos de flores.
- La bajada por la calle Palominos, con la imponente fachada barroca de la Clerecía de fondo.
- El encuentro en el Atrio de la Iglesia de San Esteban con Nuestra Señora de la Esperanza, que sale a recibir a la «señora de Salamanca». Esto se produce gracias a un acuerdo entre la Hermandad Dominicana y la de Nuestra Señora de la Soledad.
- El paso por la Plaza Mayor, la cual apaga todas sus luces cuando hace su entrada Nuestra Señora de la Soledad, mientras suena el Ave María desde el balcón del Ayuntamiento.
Marchas dedicadas
- Madre, Reina y Señora, Manuel Borges, 2004.
- Noche de Soledad, Matías Cañizal Tello, 2006.
- Virgen de la Soledad, Juan Carlos de la Fuente, 2007.
- En tus lágrimas Soledad, Rubén García Torres, 2008.