Desde el año 2020, la Iglesia dedica de un modo especial a la Palabra de Dios el domingo IIIº del Tiempo Ordinario. Esta celebración fue instituida por el Papa Francisco a través de la carta apostólica Aperuit illis (30-IX-2019), en la que afirmaba que “las comunidades encontrarán el modo de vivir este Domingo como
un día solemne” y además subrayaba “una particular consideración a la lectio divina”. El Santo Padre deseaba “que el domingo dedicado a la Palabra haga crecer en el pueblo de Dios la familiaridad religiosa y asidua con la Sagrada Escritura”.
La Cofradía de la Vera Cruz, en esta búsqueda por vivir adecuadamente el Domingo de la Palabra de Dios, organiza el próximo 21 de enero, a las 18:00 h, una lectio divina en la Capilla de la Vera Cruz (Campo de San Francisco). La oración se fundamentará en diferentes episodios de la Historia de la Salvación que
aparecen representados en la saya que estrenó la imagen de Nuestra Señora de la Amargura el Lunes Santo del año pasado. Junto a esta imagen mariana se mostrará la Palabra y se hará la proclamación, lectio, de siete pasajes del Antiguo Testamento alusivos a la iconografía de la saya, con su particular correspondencia en siete textos del Nuevo Testamento. Así, se sucederá luego la meditatio, oratio,
contemplatio y actio, un compromiso al que nos envía la escucha orante de la Palabra.
Desde el viernes 19 estará expuesta la imagen de Nuestra Señora de la Amargura con esta saya, elaborada por Bordados Modes y concebida como un árbol de Jesé en el que se han incluido los distintos hitos de la Historia de la Salvación (Creación, caída, alianza, ley, profetas, reyes) hasta la Encarnación del Verbo en el seno de María. El horario de apertura de la Capilla de la Vera Cruz será el viernes 19 de 17 a 20 h, el sábado 20 de 11 a 14 h y de 17 a 20 h, y el domingo 21 de 11 a 14 h, hasta culminar con la lectio divina el domingo 21 a las 18 h. Están invitadas a participar todas las personas que quieran compartir un momento de oración con la Palabra y junto a la Madre que en sus entrañas inmaculadas la acogió.