Apóstoles para los jóvenes”, es el lema del Día del Seminario que vamos a celebrar en la diócesis de Salamanca este domingo 18 de marzo. Una jornada para orar por nuestro Seminario diocesano San Carlos Borromeo y las vocaciones al sacerdocio, especialmente por nuestros seminaristas Alfonso Hernández y Ciriaco García y también por el diácono Antonio Carreras, que sigue preparándose para recibir el sacramento del Orden. Una jornada que busca además sensibilizar a las comunidades cristianas sobre el compromiso por las vocaciones y apoyar económicamente al Seminario para que pueda llevar a cabo su misión de formar a los futuros sacerdotes.
Nuestra diócesis cuenta en la actualidad con dos seminaristas Alfonso Hernández y Ciriaco García, quienes cursan 3º de Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca, residen y se forman en el Teologado de Ávila en Salamanca junto a otros 12 jóvenes de la Iglesia en Castilla (3 de Ávila, 4 de Zamora, 2 de Plasencia, 1 de Segovia y 2 de Mondoñedo Ferrol). Alfonso y Ciriaco compartirán su testimonio vocacional este domingo en la eucaristía dominical que tendrá lugar en las parroquias Sagrada Familia (Barrio del Zurguén de Salamanca) y en Carbajosa de la Sagrada, a las 12.00 del mediodía.
La campaña de este año para el Día del Seminario fija su mirada en el Sínodo de los Obispos que se celebrará el próximo octubre en Roma con el tema “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, con el fin de acompañar a las nuevas generaciones para que acojan la llamada que Dios les hace en una vocación concreta. En ese sentido, el lunes 19 de marzo, a las 16.00 horas está previsto un diálogo pastoral vocacional en la Casa de la Iglesia.
Admisión a las Sagradas Órdenes
Por otro lado, el lunes 19 de marzo, solemnidad de San José y Día del Seminario, el Obispo de Salamanca, Mons. Carlos López presidirá la eucaristía del rito de admisión a las sagradas órdenes de Alfonso Hernández y Ciriaco García. La celebración tendrá lugar a las 17.30 de la tarde en la Capilla Mayor de la Casa de la Iglesia.
Este rito se realiza cuando consta que el propósito de los aspirantes a las órdenes ha alcanzado la suficiente madurez. Alfonso y Ciriaco continuarán su proceso de formación de cara a recibir en un futuro las órdenes del diaconado y del presbiterado.