La Cofradía de la Vera Cruz será la encargada este año de organizar el Vía Crucis General de la Semana Santa de Salamanca. El año pasado con motivo del 75 aniversario de la Junta de Semana Santa, el Vía Crucis que tradicionalmente se celebraba en las parroquias de los barrios se llevó al centro. El Cristo del Amparo fue el encargado de presidir el acto y en este 2018 da paso a la imagen de Jesús con la Cruz a Cuestas.
Después de los cambios organizativos de este acto, son las hermandades que lo soliciten las encargadas de la organización y coordinación del desarrollo del Vía Crucis. Este año ha sido Cofradía de la Vera Cruz quien lo ha solicitado y se encargará de dar el pistoletazo de salida a los actos programados por la Junta de Semana Santa.
El sábado 17 de febrero a las 18:00 h. la comitiva partirá de la Iglesia de la Vera Cruz hacia la Catedral Vieja, recorriendo las calles, Úrsulas, Bordadores, Compañía, plaza de San Isidro, Francisco Vitoria, Benedicto XVI y plaza de Juan XXIII. El ejercicio del Vía Crucis será presidido por el obispo D. Carlos López en el altar mayor de la Catedral Vieja.
Al término del acto la imagen se trasladará de vuelta a su templo acompañada de los files que lo deseen por la plaza de Juan XXIII, Calderón de la Barca, Libreros, Traviesa, Serranos, Cervantes, Cañizal, Compañía y Úrsulas.
Jesús con la Cruz a Cuestas es una imagen de vestir representando a Cristo portando la Cruz, bajo la túnica la imagen es de talla completa. Se desconoce el autor de la imagen y fecha de ejecución. Se cree que pudo realizarse a principios del siglo XVIII. La similitud del rostro de la imagen con el del Cristo de la Caña, y la constancia documental de que Alejandro Carnicero realizó “otros pasos” para la cofradía, sin especificar cuáles son, hacen que pueda pensarse que la talla es obra de dicho escultor. Estos mismos argumentos sirven de apoyo a la tesis de Jesús Urrea, que lo atribuye a Juan Alonso de Villabrille y Ron. Viste túnica sin ceñir a la cintura, confeccionada en terciopelo morado y bordada en oro por las Madres Esclavas del Santísimo Sacramento en 1998. La imagen fue restaurada en 2005.
Desfila en la tarde del Viernes Santo sobre andas talladas en madera de carga interior llevadas por turno de carga femenino desde 1985. Fue el primer paso portado en España íntegramente por mujeres, junto con el de la Coronación de espinas que la Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz que sacó ese mismo año en el Santo Entierro.