· Tras realizar una limpieza del espacio se va a apuntalar el techo, cuyas vigas están deterioradas por la humedad
· En su interior se encontraban las verjas que cerraban la entrada principal, del siglo XIX
El Cabildo de la Catedral de Salamanca ha tomado una serie de medidas tras detectar el deterioro del techo del sótano del atrio de la Catedral Nueva, junto a la plaza de Anaya. La filtración de agua y la humedad generada durante años ha ocasionado algunas fisuras en las vigas del techo, que para evitar futuros desprendimientos se ha procedido a realizar un análisis de la estructura por parte del arquitecto de la Catedral, Valentín Berriochoa.
Este espacio de almacén, ubicado debajo del atrio, ha sido utilizado durante los últimos 30 años por el servicio de mantenimiento y jardines del Ayuntamiento de Salamanca para guardar el material. Su construcción coincide con la remodelación de la plaza de Anaya, en el año 1974, tras el cual se fijó con convenio verbal de su uso.
Al respecto, el canónigo responsable de Obras de la Catedral, Jesús Terradillos, confirma la existencia de una humedad “excesiva”, y tras avisar al arquitecto y encargar un informe a una empresa, se ha determinado comenzar a actuar. Lo primero ha sido limpiar el sótano del atrio, donde estaban ubicadas las antiguas verjas que cerraban la entrada principal de la Catedral, del siglo XIX, “que ahora se están recuperando porque se habían deteriorado en algunas zonas por la humedad”.
Otro de los problemas de este espacio donde se está actuando es la falta de ventilación que se ha sumado a la humedad existente. “Eso provocaba fermentación, las vigas están fisuradas y en algunas se ven los hierros del hormigón”, detalla este responsable. Entre las medidas que se han llevado a cabo está la creación de unas zapatas de hormigón para apear, donde colocarán unos puntales especiales que llegarán en los próximos días, “y de esta forma tendrá mayor seguridad el espacio”. Los puntales será una solución provisional hasta realizar el proyecto definitivo de recuperación.
Además, se ha instalado luz eléctrica, así como un nuevo suelo más firme para que puedan ubicarse los puntales. La solución definitiva pasaría por levantar el solado y poner viguetas nuevas (las actuales datan de 1974), “así como poner forjado nuevo y un aislante perfecto”, para en último lugar, poner de nuevo las losas.