Desde el Servicio de Patrimonio Artístico y la Delegación para el Patrimonio de la Diócesis de Salamanca lamentan profundamente y denuncian el acto vandálico ocurrido contra la iglesia de San Marcos en la madrugada del pasado 16 de julio. En concreto, fue lanzada pintura blanca a una de las puertas del templo, afectando también a parte de la piedra cercana. Desde estas áreas diocesanas recuerdan que el respeto y el cuidado que la mayoría de la gente tiene por el patrimonio artístico “es incuestionable, y desde aquí se mide nuestro nivel cultural”. Al respecto, recuerdan que “son las huellas de la belleza que nos dicen de dónde venimos y hacia dónde vamos en esperanza”.
Además, reiteran que seguirán trabajando y colaborando con todas las instituciones “para que el patrimonio artístico sea restaurado, mantenido, valorado y visitado como un bien común de los fieles y de la sociedad”. Tanto este servicio como la delegación saben que este incidente es aislado, “que no representa el sentir y actuar de la mayoría” y, además, que no pueden excusar por ningún motivo, “a quien o a quienes lo han realizado, ya que es un acto delictivo”.
Por este motivo, se ha procedido a presentar la denuncia legal oportuna, y desean que las personas que lo han cometido “sean reconocidas y sancionadas, para que se den cuenta del daño producido contra un bien de gran valor para todos”. Cabe recordar que la iglesia de San Marcos es un templo declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde el año 1931. Dentro del Plan de Actuación contra las Pintadas Vandálicas del Ayuntamiento de Salamanca se contempla que atentar contra estos inmuebles se considera una infracción muy grave, que supone multas de hasta 3.000 euros, con exigencia de reposición de la situación alterada del bien a su estado originario.
Por último, agradecen a todos por su sensibilidad y vigilancia, “para que así nuestros bienes artísticos puedan pasar a las generaciones venideras mejor que nos han llegado”.